viernes, 20 de mayo de 2016

5 motivos por los que el iPhone SE no merece la pena

El último iPhone lanzado hasta la fecha (y tal vez no por mucho tiempo) de Apple ha resultado ser a la vez sorprendente y escasamente novedoso. Para explicar semejante paradoja tenemos que entender los aspectos claves en su diseño. Se trata de un teléfono que reutiliza completamente un diseño probado (y exitoso) como es el diseño del iPhone 5S, y monta en su interior el chip más potente desarrollado por Apple hasta el momento para su iPhone 6S, ofreciendo un rendimiento muy notable en un tamaño compacto y manejable.

La pregunta para los fans de la compañía de la manzana, como suele ser habitual, es si realmente merece la pena hacerse con este teléfono o valdría más esperar al lanzamiento del futuro iPhone 7 del que aún se desconocen más aspectos de los que se atisban en el horizonte.

Personalmente no soy nada partidario de los teléfonos de Apple, aunque utilizo otros productos de la compañía como su excelente MacbookPro o el extraordinario iPad Air. Así que voy a dar mi opinión sobre el iPhone SE en este artículo, teniendo en cuenta que ni todos mis dispositivos corren Android ni todos mis dispositivos son de Apple. No me atrevo a decir que sea completamente objetivo y aséptico, pero al menos tengo un conocimiento bastante profundo de ambos mundos como para dar una opinión medianamente bien fundamentada.

  1. Pantalla de 4 pulgadas y baja resolución. Personalmente una pantalla con estas características me parece propia del 2013, siendo generosos. Pero en la actualidad, una pantalla de semejantes dimensiones, y con una definición realmente baja (cuando el estándar actual es el FullHD, como mínimo) hace que no pueda tomarme en serio un terminal como este. Una pantalla así es propia de un dispositivo de 150€, no de uno que ronda los 500€.
  2. Cámara frontal de 1.2 Mpx. De nuevo, se trata de un componente que suena más a broma que a otra cosa. Tendríamos que remontarnos al 2012 para encontrar teléfonos de gama alta con cámaras como esta (por ejemplo el Galaxy S3 montaba por aquel entonces una cámara frontal de 1.9 Mpx). Simplemente inaceptable.
  3. Conector propietario de Apple. Nada nuevo bajo el cielo, Apple utiliza siempre en todos sus dispositivos su propio cable de carga y datos, con lo cual olvídate de la simplicidad que otorgan los cables microUSB estándar en el mercado. No es un problema sólo de este dispositivo, sino compartido con el resto de iPhones. Y no vamos a mencionar la obligación de usar iTunes para todo... porque para qué.
  4. Almacenamiento no expandible de 16GB en el modelo inicial. ¿En serio? Vale que podemos tener las fotos en cualquier servicio en la nube, pero... ¿qué haremos con los videos 4K? En teléfonos como el Nexus 5 de LG yo he sufrido personalmente la restricción de espacio de los 16GB, y la verdad, preferiría no volver a pasar por eso.
  5. Bluetooth y NFC capados. Sí, es la mejor palabra que se me ocurre. Capados. Al contrario que en Android, sólo podrás utilizar estas conexiones inalámbricas para unos usos muy concretos y que normalmente involucran sólo a otros dispositivos de Apple. Este tipo de decisiones convierten al iPhone SE (y en general a todos los modelos iPhone) en una jaula dorada que no deja de ser bonita pero no deja de ser una jaula.
Así que personalmente el iPhone SE no merece la pena bajo ningún concepto. Cuidado, no es que me parezca un mal teléfono, es que sencillamente no pagaría por un terminal así más de 199€ siendo generosos. Pero llevar este modelo hasta más allá de los 400€ o 500€ me parece, sencillamente, una broma pesada para los sufridos clientes de la empresa de la manzana.


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